Aquellos que vemos de cerca el mundo literario sabemos que la costumbre de escribir y los hábitos relacionados con la profesión son esenciales para que una obra sea realizada con éxito.
Muchos escritores noveles se encuentran con este problema y muchos desisten o pasan años para realizar un proyecto. Eso sí, el oficio de la literatura como en todos los ámbitos de la vida el mejor secreto es la dedicación y es que ya lo decía Picasso, la inspiración viene trabajando.
Y como de los grandes siempre se aprende mucho, hoy os vamos a contar algunos de hábitos de destacados escritores.
Haruki Murakami y la estricta rutina: El escritor mantiene unos hábitos muy estrictos, de hecho, se levanta a las 4 de la mañana y escribe seis horas todos los días. Después corre 10 km o nada un kilómetro y medio; y tras esto se empapa de arte, cultura y noticias hasta las 9 de la noche, Parece que es una especie de Kant contemporáneo que no mueve su rutina y dice que es la única manera de llegar a un estado de concentración profunda
Ernest Hemingway y escribir de pie Su peculiar hábito surgió a raíz de una lesión en la pierna que sufrió durante la Primera Guerra Mundial, él encontraba más cómodo escribir estando de pie, con sus mocasines, sobre un tapete de piel de antílope. Sin embargo, no era el único; Lewis Carroll y Thomas Wolfe también escribían de pie, de hecho, se ha demostrado que trabajar de esta manera incrementa la productividad
Nabokov y Escribir en tarjetas. Nabokov tenía por costumbre escribir en tarjetas que luego almacenaba en ficheros. De esta manera luego podía reordenar las escenas y la trama de sus novelas con facilidad. Está claro que hoy en día es más fácil de hacer con un ordenador, pero a veces ver las cosas de una manera más real nos hace pensar diferente. Lo mismo se aplica a la hora de tomar notas y trazar escaletas.
Dostoievski y la escritura nocturna: Dostoievski solía escribir por la noche porque decía que la profundidad de la noche le inspiraba mas, por lo que trabajaba básicamente de noche. Pero no solo él muchos otros autores, como Kafka y Faulkner cuando se sentían bloqueados cambiaban sus hábitos y escribían de noche
Asimov y la escritura rápida: Asimov decía que escribía mucho mejor si no se paraba a pensar ya que todo era mucho más espontaneo. Tanto es así llego a escribir 4.000 palabras al día, y su único miedo era que su máquina de escribir se rompiera.
Nietzsche y caminar: Muchos autores andan durante horas para inspirarse de hecho Nietzsche decía que el mejor pensamiento es el que viene caminando, pasear por la naturaleza nos puede inspirar mucho para nuestras obras
Pese a que la inspiración es algo muy personal. Quien sabe nada pierdes con probarlos igual te ayudarán a inspirarte