Cierto es que una de las grandes dudas que le surgen al que desea imprimir es acerca de la combinación adecuada para elegir el material de base y alcanzar los objetivos deseados. De entre la impresión litográfica, el post print de alta calidad, la preimpresión, la serigrafía y la impresión digital es necesario identificar el mejor proceso de impresión para el empaque fabricado con papel.
Es imprescindible, antes que nada, entender claramente la función del empaque en concreto y a posteriori, saber qué se espera del empaque desde la entrega hasta la línea de empaque, pasando por la cadena de suministro y hasta el desempaque final. Se convierte en una tarea importantísima entender la ecuación proteger VS promocionar, que tiene en cuenta la necesidad de mantener el producto seguro y de fomentar las ventas del mismo. Esto por lo general llevará a tomar una decisión sobre el tipo de cartón que usaremos: corrugado o sólido.
También hay que visualizar el empaque… si será visto de cerca o de lejos y si existen diferencias importantes entre ambas casuísticas. Los factores que influyen son:
-la elección definitiva del proceso de impresión más adecuado ya que implicará otras consideraciones:
-Requisitos gráficos: dependiendo de los resultados que se deseen, desde una calidad de foto hasta unos gráficos más sencillos y convencionales, esto va a influir necesariamente en la elección del proceso de impresión más adecuado.
-Uniformidad: puede ser que exista el requisito de que varios artículos parezcan formar parte de la misma familia… y ello llevaría a tomar la decisión de utilizar el mismo proceso para muchas especificaciones, lo que tiene sus riesgos.
-Costos: hay que escoger un proceso de impresión que ofrezca la mejor relación calidad/precio para un reto comercial determinado.