Disfrutar de un buen libro es uno de los grandes placeres de la vida. Pero para quienes pasan horas inmersos en la lectura —ya sea por afición o por trabajo— es fundamental adoptar ciertos hábitos que protejan la salud visual.
En Estugraf, como especialistas en impresión editorial, sabemos que una experiencia de lectura satisfactoria no solo depende del contenido o del diseño, sino también de cómo cuidamos nuestros ojos al leer.
La regla 20-20-20: un respiro para tus ojos
Una de las recomendaciones más conocidas por los oftalmólogos es la regla 20-20-20. Su aplicación es sencilla:
Cada 20 minutos de lectura, haz una pausa de 20 segundos y enfoca la vista en un objeto que esté al menos a 20 pies (unos 6 metros) de distancia.
Este pequeño gesto ayuda a reducir la fatiga ocular provocada por el esfuerzo constante de enfocar a distancias cortas, especialmente si alternas entre libros impresos y pantallas digitales.
Iluminación adecuada y postura correcta
Otro aspecto clave para evitar molestias es la iluminación. Lo ideal es leer con luz natural o con una lámpara dirigida hacia el libro, evitando reflejos o contrastes excesivos. La luz debe provenir del lado contrario a la mano con la que escribes para no generar sombras incómodas.
Además, es importante mantener una postura ergonómica: espalda recta, pies apoyados en el suelo y el libro a una distancia de unos 40 cm de los ojos. Si forzamos el cuello o nos inclinamos demasiado, no solo perjudicamos la vista, sino también la salud postural.
Cuida también el tipo de letra y el papel
Desde el punto de vista editorial, elegir una tipografía legible y un buen contraste entre el texto y el fondo es clave. En Estugraf trabajamos con papeles que minimizan los reflejos y facilitan la lectura prolongada, como los papeles offset o ahuesados, que resultan menos agresivos para los ojos que los papeles satinados.
Parpadea con frecuencia e hidrata tus ojos
Aunque parezca una obviedad, parpadear mientras lees es esencial. Cuando estamos concentrados, solemos hacerlo con menor frecuencia, lo que puede provocar sequedad ocular. Por eso, conviene recordar este gesto sencillo y, si es necesario, usar lágrimas artificiales o mantener una buena hidratación general.
En definitiva, leer debe ser siempre un placer, no una fuente de molestias. Adoptar buenos hábitos y cuidar los detalles —desde la iluminación hasta el tipo de papel— puede marcar la diferencia. Y si eres de los que disfrutan del tacto del papel y del olor a tinta, te invitamos a descubrir todas las opciones de impresión editorial que ofrecemos en Estugraf. Porque una buena lectura también empieza por una buena impresión.